Ruta Cowboy por los Estados Unidos

Estamos en pleno verano y quizás aún no habéis decidido dónde vais a pasar vuestras vacaciones. Por ese motivo hemos pensado que sería una buena idea preparar una pequeña ruta al corazón del mundo cowboy. Es algo que cualquier apasionado del western debería hacer alguna vez en la vida. No importa si lo tuyo es el country, si bailas line dance o eres un fan del estilo cowboy. Adentrarte por las ciudades y los parajes en los que se creó nuestra pasión, vivir de primera mano la historia y el auténtico ambiente cowboy es una experiencia inolvidable.

La verdad es que se pueden preparar muchas rutas de inspiración western a lo largo de los Estados Unidos. El espíritu cowboy impregna su historia y su cultura allá donde vayas en muchos estados. Pero para la ruta que os proponemos hoy hemos decidido decantarnos por lo más clásico.

Una ruta cowboy para imbuirse de lo clásico

Comenzaremos nuestro viaje en Amarillo, Texas. Podéis llegar en avión hasta allí o, si os sentís más aventureros, llegar por la Ruta 66 desde Las Vegas. Al llegar a Amarillo enseguida sabremos que ya estamos en el lugar correcto, simplemente viendo el impresionante monumento a las botas cowboy en el North Star Mall. Además es la ciudad perfecta para ver tiendas de antigüedades y de ropa donde adquirir botas, pantalones y sombreros cowboy de una fantástica calidad.

Pero nos queda mucha aventura por delante, así que no será mala idea comer en el Big Texan Steak House e intentar el reto del Steak de 72 Onzas (unos 3 kilos de carne). Si te lo comes de una sentada con su guarnición te sale gratis, si no, son 72 dólares de nada.

De Amarillo viajaremos a Canyon, donde pasaremos por el Panhandle–Plains Historical Museum, un auténtico pueblo pionero reconstruido hasta su máximo detalle. Ofrece una panorama de cómo era la auténtica vida del Oeste y exhibiciones sobre los indígenas americanos.

Después de Canyon seguiremos hasta Fort Worth, muy cerca de Dallas. En Fort Worth podemos encontrar unos cuantos lugares de interés:

  • Billy Bob’s Texas: La taberna más grande del mundo y que ofrece una genuina diversión al estilo del Viejo Oeste, desde conciertos de música country hasta montar un toro en un lugar bajo techo.
  • Museo Stockyards del Patrimonio del Oeste: Con una increíble colección de 59 carretas “Sterquell Wagon Collection“.
  • Museo Nacional de las Vaqueras Ilustres: El único museo del mundo que documenta la vidas de las mujeres que se distinguieron por encarnar el espíritu del Lejano Oeste.

Los Cowboy Trails

En una época en la que las vías de comunicación eran casi inexistentes y los vaqueros cabalgaban libremente por las llanuras y las montañas del Oeste, su seguridad dependía únicamente de seguir senderos (trails) previamente asegurados. Estos senderos, conocidos como cowboy trails, reconocidos históricamente y ya en desuso, pueden ser recorridos en algunos de sus tramos. Y son una experiencia inolvidable.

Usando Fort Worth como base, podéis acceder a tres de los senderos más interesantes:

  • La Ruta de los Fuertes Tejanos: Un circuito de más de 1.000 km. Que pasa por los ocho famosos fuertes fronterizos del centro y oeste de Texas. Se puede comenzar el trayecto del trail de los Fuertes en Abilene, al oeste de Texas.
  • La Ruta de la Independencia: Desde San Antonio, este sendero atraviesa una amplia región delimitada por 28 condados.
  • La Ruta de Chisholm: Principal camino que usaban los cowboys para llevar sus ganados a las tierras fértiles del norte.

De camino al Gran Cañón

Tras unos días de intensa aventura, abandonaremos el estado de la estrella solitaria para dirigir nuestros pasos hacia el Gran Cañón. Pero en nuestro camino aún veremos algunas maravillas.

Dejaremos Texas dirigiéndonos hacia Alburquerque, en Nuevo Mexico. De este estado, destaca, Santa Fé, su capital, con un interesante centro histórico y una bella plaza central. Tiene un fantástico mercado de artesanía indígena y el famoso hotel La Fonda, de más de 200 años de antigüedad.

Pasamos Nuevo Mexico camino de Arizona. Nuestro destino es Flagstaff, próxima al Gran Cañón. Pero por el camino podemos detenernos en Williams, un agradable pueblecito con todas las casas de madera y con sus auténticos habitantes todos con sombrero cowboy. Aunque para sentirnos verdaderos vaqueros no podemos dejar de visitar Chloride, un pueblo fantasma a media hora de Kignman, Arizona, con todo el encanto del Viejo Oeste.

Pero finalmente, pasando Flagstaff, la carretera ya nos regala las primeras impresionantes vistas del Gran Cañón del Colorado. Un regalo para los sentidos que hay que ver al menos una vez antes de morir.

Sus mejores vistas son el mirador Desert View y la Torre Vigía de los indios Anasazi. Aunque para los más valientes está la la pasarela de vidrio Skywalk , una sobrecogedora estructura que permite al visitante asomarse a 1300 metros sobre el vacío.

Y, con la inmensidad de Arizona, finalizamos nuestra especial ruta cowboy.

Por supuesto, para hacer una ruta de esta clase, hay que ir convenientemente ataviado para la ocasión. Ya sabéis que en nuestro local de Las Ramblas y en nuestra tienda online encontraréis todo lo que podáis necesitar de ropa y complementos cowboy.

Fuentes de la imágenes: Texas Standard, Tour Texas, Ultimate Ventures, Travelok, Grand Canyon West

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Sombrero vaquero canvas color arena con conchos cabeza de vaca

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Camisa cowboy rallas turquesa y cuadros arena para hombre manga larga y corta

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Comments
  • Xavi
    Responder

    Excelente artículo, amigos.

    Me gusta mucho cómo está escrito, lo bien que se lee y lo descriptivo y ligero que és.

    Tengo la fortuna de conocer muchos de los lugares que se mencionan, sobre todos los de Texas y, efectivamente, es muy recomendable pasar un tiempo en esas tierras para conocerlas de primera mano.

    No lo olvidemos, durante muchos años, casi trescientos, eso fue España.

    Si me lo permitís, no obstante, me gustaría hacer una aclaración. Aunque no la única, la ruta Chisholm efectivamente era una de las más importantes por las que se efectuaba el traslado de ganado al norte. Pero no en busca de tierras más fértiles, sino en busca del ferrocarril que distribuía luego ese ganado por diferentes ciudades para convertirlo en bistecs, chuletas y hamburguesas.

    Ello no implica que no se trasladaran manadas de ganado para establecerlas en estados norteños como las Dakotas, Montana, Wyoming o Nebraska. Pero ese no era en absoluto el objetivo principal de la mayoría de travesías de ganado que partían, sobre todo, del sur de Texas.

    Si alguien está interesado en cómo se hacían -de verdad- esos traslados de ganado, puedo recomendar un par de libros.

    El mejor es «We Pointed Them North», de Edward «Tedy Blue» Abbott, quién participó en esas largas y peligrosas travesías durante los años 70 y 80 del Siglo XIX.

    Otro gran libro sobre esta materia es «The Log of a Cowboy», de Andy Adams. Se trata del diario de viaje de Andy Adams quien participó en el traslado de ganado desde Texas a Dakota desde 1875 a 1890.

    ¡Felicidades por el artículo, me ha encantado!

    Xavi Barrera

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