BOTAS CAMPERAS Y BOTOS ROCIEROS, HISTORIA DE VALVERDE DEL CAMINO

Los más de 350 zapateros de Valverde del Camino fabrican cada año más de 400.000 pares de botas, facturando unos 24 millones de euros. Su producción se distribuye a más de 100 países, llegando a destinos tan sorprendentes como Cuba (incluso durante la época más dura del castrismo). Y surten tanto a  la Guardia Civil como a celebrities como la duquesa de Cambridge​​ y esposa del príncipe Guillermo, Kate Middleton. 

Desde luego, es imposible desvincular las botas camperas y los botos rocieros de esta localidad onubense que ha labrado su fama gracias al excelente trabajo de sus artesanos. Unos artesanos que, a pesar del paso del tiempo, siguen manteniendo la esencia de su arte.

Un poco de historia de la botas camperas

En la actualidad, la bota campera ha trascendido su función original de servir en las faenas del campo y se ha convertido en una pieza más de nuestros looks más urbanos. Por supuesto, sigue siendo un elemento indispensable en el Rocío. Pero con el tiempo, ha llegado a ser un calzado que se ha integrado perfectamente con los estilos de vestir más actuales. Pero para llegar hasta aquí, la bota campera ha tenido un largo recorrido.

Es muy difícil situar con precisión el origen de las botas camperas. A lo largo de nuestra historia la humanidad siempre ha usado de algún tipo de calzado con cuero curtido para proteger nuestros pies. Aunque no es hasta el siglo XIII cuando aparecen las primera botas, de caña alta y de caña baja, que se sujetaban delante y al lado y se elaboraban con piel de vaca o de cabra.

Durante el siglo XIV, aparece la bota campera con la forma tal como la reconocemos actualmente. Aunque, durante cuatro siglos, su manufactura seguirá siendo totalmente artesanal. Hasta el siglo XVII, que en Inglaterra se inicia la primera producción manufacturada.

Aunque el cambio definitivo llegaría entre el siglo XIX con la revolución industrial y el siglo XX con el abaratamiento de costes y materias primas y la aparición de los primeros materiales sintéticos. Se implanta la producción en masa y se reduce drásticamente la producción artesanal en pos de un calzado más económico. Y es en este contexto donde la historia de Valverde del Camino gana relevancia.

A lo largo del siglo XIX, Valverde del Camino mantenía una importante tradición de zapateros y botineros. Y, a principios del siglo XX, un grupo de empresarios locales, vieron la oportunidad de modernizar el sector manteniendo sus estructuras netamente artesanas. De esta manera, nació la primera fábrica moderna de calzado valverdeña, J.D.L. Arroyo y CIA. Sociedad en Comandita en 1912 que fabricaba, en la época, 500 pares de botas diarios.

A J.D.L. Arroyo y CIA siguieron nuevas fábricas hasta que, en los años 30, Valverde del Camino tenía ya más de 80 fábricas (entre mecánicas, semi-mecánicas y manuales) dedicadas a la fabricación de botas camperas.

Durante la Posguerra, el sector del cuero seguía ganando terreno a pasos agigantados y la ciudad aún mantenía cuatro fábricas mecanizadas y más de 70 fábricas manuales. Fue entonces cuando nació el boto rociero tal como lo conocemos.

El boto rociero, obra de José Parreño Lineros

Habitualmente solemos confundir la bota campera con el boto rociero. Pero, siendo estrictos, no son exactamente lo mismo. La bota campera está fabricada con más piezas que el boto rociero, es más estilizado y cuenta sólo con dos pliegues. De hecho, el diseño actual del boto rociero se lo debemos al artesano valverdeño José Parreño Lineros.

Durante la Posguerra, Parreño trabajaba en una de las grandes fábricas de la ciudad, pero decidió establecerse por su cuenta en su taller de la calle Italia. A principios de los años 40’ el ayuntamiento organizó un certamen-exposición para potenciar la labor artesanal de la ciudad. Parreño presentó un modelo de bota que perfeccionaba el calzado usado por labradores y ganaderos, sustituyendo las polainas por un “corte enterizo” que cubría media pierna y creando, así, el producto estrella de Valverde de Camino: el boto rociero.

Recientemente, la ciudad le ha rendido un merecido homenaje al artesano local al que han dedicado una placa conmemorativa en la Plaza al Boto de Valverde.Cuando calzas unas botas camperas Valverde del Camino, tanto si las llevas para hacer el Rocío como si las usas de calzado de diario o para ir en moto, bailar country o montar a caballo, no solo llevas un calzado artesano y de calidad. También llevas parte de la historia de esta pequeña ciudad onubense y de la propia historia de Corbeto’s Boots. Y si aún no has probado unas, no dudes en visitar nuestra sección de camperas de cuero de la tienda online o pásate por nuestra tienda en Las Ramblas, desde hace más de 60 años nos dedicamos a la venta especializada de botas camperas, un calzado que nunca pasa de moda y que ha acompañado a lo largo de sus vidas a cientos de miles de personas.

Fuente de las imágenes: Expansion, Historia Valverde, Huelva Buenas Noticias

Corbeto's Boots

Bota campera Valverde del Camino unisex serraje engrasado marrón

Corbeto's Boots

Bota campera Valverde del Camino unisex cuero negro

Corbeto's Boots

Bota campera Valverde del Camino unisex piel girada marrón claro

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Botín campero Valverde del Camino unisex serraje engrasado marrón

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