El hotel Saint James de Red Wing, Minnesota, es uno de aquellos lugares míticos con una interesante historia a sus espaldas. Actualmente es propiedad de la prestigiosa marca de calzado Red Wing Shoes, de la que Corbeto’s Boots es tienda oficial en Barcelona, y cuyas botas son legendariamente conocidas por su calidad y duración.
Pero volvamos al famoso hotel que protagoniza este artículo. Su edificio original fue construido después de la guerra civil estadounidense, y los responsables de ello fueron un grupo de inversores de Connecticut. Concretamente fue diseñado y construido por Edward P. Bassford entre 1874 y 1875, y se convirtió rápidamente en uno de los hoteles mejor equipados y populares del río Mississippi en Minnesota.
El St. James, de arquitectura clásica italiana, hospedaba tanto a turistas como a empresarios, pero la estancia en sus instalaciones iba mucho más allá del alojamiento convencional que proporciona un hotel. Por ejemplo, los vendedores que se alojaban en el St. James utilizaban la biblioteca para ofrecer sus productos a los posibles compradores, mientras que era frecuente que mujeres embarazadas de los alrededores se instalaran en el hotel cuando se aproximaba la hora de dar a luz.
Pero estos son solamente dos pálidos ejemplos de todo lo que tenía lugar en este hotel con capacidad para hospedar 500 personas, con una excelente cocina, salas de vino y de lectura, lavandería, peluquería y oficina de telégrafos. El St. James fue escenario de las mejores orquestas de la época que realizaban conciertos para los huéspedes, muchos de los cuales eran miembros de la alta sociedad, celebridades y personajes influyentes.
Un paseo por la historia del St. James
Desde antiguos presidentes y capitanes de barcos fluviales de aquel entonces, hasta personajes como Mark Twain, Bob Dylan y deportistas de élite entre otras celebridades, el St. James ha dado cobijo a muchas historias y sus protagonistas.
Actualmente, y tras 150 años de historia, el St. James es un hotel exclusivo, una empresa local y familiar que solamente ha contado con tres propietarios desde su creación. Su lema: la excelencia basada en lo mejor de la tradición, que resiste el paso del tiempo.
Todo empezó cuando un grupo de empresarios de Red Wing se unieron como inversores para construir el hotel. Las razones eran prácticas: se percataron de que la ciudad necesitaba un lugar que albergase a viajeros de los barcos de vapor y ferrocarriles. Por aquel entonces Red Wing era la quinta ciudad más grande del estado y en 1873 fue el mercado primario de trigo más grande del mundo. EJ y FA Blood, conocidos como los «Blood Brothers» o «Ed y Fred» firmaron un contrato de arrendamiento por cinco años y se convirtieron en los propietarios del hotel.
La gran inauguración del hotel tuvo lugar el Día de Acción de Gracias de 1875: el evento se llamó “Blood’s Blow-Out”, y el menú constaba de ocho platos, el primero de los cuales ofrecía cuatro variedades diferentes de ostras. Más de sesenta ingredientes protagonizaron el resto de los platos, y casi quinientos comensales disfrutaron del menú y escucharon los discursos y bailaron durante la fiesta.
Téngase en cuenta de que los arquitectos del St. James equiparon su estructura con cuatro pisos de mucho estilo, lujosos muebles, alfombras de Bruselas en el vestíbulo y alfombras de terciopelo inglés en el salón de damas del segundo piso.
No es de extrañar que la noche de la inauguración los huéspedes quedaran maravillados por la estructura del hotel, que además ofrecía modernidades para la época como calefacción de vapor, agua corriente caliente y fría, gas en cada planta y una cocina de última generación.
Un enclave privilegiado y una cocina de élite
El hotel llegó a alcanzar tal prestigio que en 1877 el ferrocarril ajustó su horario para que los pasajeros pudieran comer en el St. James, ya que sus chefs eran muy reputados. Al estar situado a poca distancia del Red Wing Depot y de los muelles de los barcos de vapor, el hotel se llenaba todas las noches de viajeros y huéspedes.
Miles de personas acudían a sus instalaciones durante todo el año, y un pequeño balcón con acceso a la calle principal del hotel fue escogido como estrado para un discurso del presidente Rutherford B. Hayes en 1878
En la actualidad, el St. James es propiedad de la Red Wing Shoe Company, marca de calzado tan legendaria como el propio hotel, al que compró en 1977 renovándolo y ampliándolo. Hasta hace poco el hotel disponía de 61 habitaciones, cada una de las cuales decorada de forma exclusiva y con el nombre de alguno de los barcos fluviales que recorrían el Mississippi. En el año 2020 se agregó la que constituye la habitación número 62, una nueva suite en el antiguo edificio Red Wing Iron Works.
A día de hoy el St James sigue ofreciendo a sus huéspedes una mezcla de servicio del viejo mundo, lujosas comodidades y delicias culinarias que ya ofrecía el día de su inauguración hace más de 140 años. Un hotel de lujo con salas de reuniones en Red Wing, Minnesota, ubicado entre el mítico río Mississippi y sus majestuosos acantilados. Como dicen sus propietarios, “cerca de las luces brillantes y de las grandes ciudades, pero a un mundo de distancia al mismo tiempo”.
En el año 2019, el St James fue galardonado con el premio al mejor pequeño hotel histórico de Estados Unidos de América.
Bota trabajo cuero natural Red Wing con cordones y suela de goma para hombre
Botín acordonado Red Wing cuero marrón engrasado con suela de goma
Botas de trabajo Red Wing cuero marrón engrasado con plantillas acolchadas
